¿Por qué las coronas?
¿Por qué obstaculizar con hiel el peldaño del valor?
Hemos perdido el balbuceo
El resoplar en la meta es un ahínco sobre los ojos vividos Transportar rezos de fuego
para humedecer las mejillas
y desacelerarnos sobre el trecho del recuento
¡Oh lánguida sombra!
¡Oh lánguida y travestida patria! Ocultando el corazón
Marcapaso de mi ávido devenir
¿Podré perderme entre las razas sin dejar derramar mi luz?
¿Podré cantar, yo, olvidada voz, la desmemoriada letanía que nos incendia?
¡Esta sirena que chilla
paralizará las marchas de los escudos!
Y los ojos vividos como coros orgullosos nos escrutan con disimulo felino
Como si no supiéramos también sobre la tristeza de los gatos
que lloran nocturnos desde su sexo
bajo el brillo de la única perla
Circulamos sobre criptas donde Mona Lisa
Esculpida
Se vuelve infinita
y roza las incertidumbres de las aflicciones
Es cierto: ¡todos han muerto!
Van eunucos de nuestra pasión
Procesión de la insalubre vergüenza pasiva,
para llegar y preguntarnos, cristianos,
en el calvario de sus ojos:
****
“¿Por qué me has abandonado?”
Los tristes somos de izquierda noble
antagónicos de la real condición
Vestimos una frontera de juncos amarillos
donde insectos
en sus puntas
defecan y destilan sus venenos
Lo chupamos todo
Ebrios
e inexcusables
Vibramos ante la sobredosis publicitaria de las urnas
Con las venas inundadas
por el torrente de lo que significa ser una cruz
El índice es una noche sin perlas
ni diamantes
Que oculta la ciudad con su chorreada dactilar
Color del hematoma profundo que nos traga
Tal vez la devoción etílica
solo sea el torbellino
que los amigos ansían siempre
para destruir las grandes fiestas
Ni todo el color del hematoma
que nos empobrece
impide el incendio de:
Roma
Roma que es igual al amor invertido
Se nos incendia
****
Del fulgor triste
a la fragilidad bengala
Hermosa ráfaga
que se va a recostar en el ojo del testigo
Que desde su viña
quiere abrazar toda su cosmovisión
desde la copa de un Wanamei
Con su llanto
Primitivo y víctima
Vendaval y expropiada
la cena que le implica su ser
Todos se han llamado César
Y todos se han hecho llamar César
Ponen un pie sobre la nube marginal
para hacer llover
truenos con su nombre
Tonadilla monótona de tres acordes
que los obliga a trenzarse embrutecidos
De aquello que se empapan
La mujer pop &
el hombre pop
Los número 1 de la colección corporativa
Sienten, como un single, que ignoraron
entristece su plástico corazón balada
en 7 pulgadas de
historia en histeria
Entonces
****
Roma
Roma que es igual al amor invertido
Se les incendia
Y así como un grano apacible de arena que rueda
y se va alejando
por el impulso de su derecho a huir
para ser más roca
Para ser más piedra vagabunda
Más memoria de las calles hasta ser tocados
por la lluvia que invocamos
desde nuestro planisferio
más frío y más desarraigado
hasta el calor sofocante del amor y la pasión deslucida
El caos
amigo mendigo de la imagen y semejanza
de tanta mudanza
desabrochando el coraje sin hogar
que trafica la supervivencia expirada
Del testamento indocumentado
que sonoro
retumba en el canto simbólico de nuestra hambre
Otra vez nuestra vulnerabilidad expuesta
Otra vez a robarnos la piedra
Otra vez a colisionarnos
Otra vez pequeño grano de arena que retorna
¿Quién nos salvará del imantado metal de nuestra nación?
****
¡Señor no nos dejes caer!
¡No me dejes caer!
Podrán cambiar las leyes del color en el que posamos
Iluminar nuestro pellejo y borrar nuestras facciones
Ser
Ser tralinaClon
Clon azepán
-----------------------------
-----------------------------
Acuerdos con el estado para alivianar nuestro abandono malherido
Pastillero del día a día
Lunes: “el bien de ser” es no ser doliéndonos sin escapatoria Martes: “quédate hermano” nos empezamos a mirar desde el vacío
Miércoles: “abren zanjas oscuras” permiso para ir y venir del pasillo
Jueves: “Los huesos húmeros” perfumados del creso que prosamos
Viernes: “Se acabó el extraño con quien, tarde la noche, regresabas parla y parla”, día de visitas
Sábado: “Quiero escribir pero me sale espuma” conversaciones sin destino con las voluntarias
Domingo: “Haber nacido para vivir de nuestra muerte”, reflexión capitalista de una cama de hospital parlante
Cuando somos plaga llega la hora del tratamiento ambulatorio
Roma
Roma que es igual al amor invertido
Se nos incendia
Hijo, no llores más
que las sirenas te raptarán
Un tercer ojo para el tiempo de la tristeza /A third eye fora time of sadness.
Vanessa Martínez Rivero.
Andesgraund Ediciones. 2024.
Edición bilingüe.
Vanessa Martínez Rivero (Lima, Perú, 1979)
Poeta y cantante. Fue la vocalista del grupo punk-rock TsunamiKill. Ha publicado los poemarios La hija del carnicero (2007), Coraza (2009), Carne (2012), Cartografías de la carne (La one hit wonder, Guayaquil 2012), La hija del carnicero reedición (2014), Redondo (Ediciones El Viaje, Guadalajara 2015), Redondo reedición (Lustra editores, Lima 2016), Un tercer ojo para el tiempo de la tristeza (2018), Redondo y un tercer ojo para el tiempo de la tristeza reedición (2019). Arte-Facta, Selección Multilingüe (2021), ganador del fondo de representación de autores del MINCUL (Perú,) en el Sangam Fest de la India. Su poesía ha sido traducida a varios idiomas y ha participado en festivales en distintos continentes.
Comments