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13 Mirlos

SELECCIÓN DE "UN TERCER OJO PARA EL TIEMPO DE LA TRISTEZA" DE VANESSA MARTÍNEZ RIVERO

 

¿Por qué las coronas?

¿Por qué obstaculizar con hiel el peldaño del valor?

Hemos perdido el balbuceo

El resoplar en la meta es un ahínco sobre los ojos vividos Transportar rezos de fuego

                      para humedecer las mejillas

                         y desacelerarnos sobre el trecho del recuento

¡Oh lánguida sombra!

¡Oh lánguida y travestida patria! Ocultando el corazón

Marcapaso de mi ávido devenir

¿Podré perderme entre las razas sin dejar derramar mi luz?

¿Podré cantar, yo, olvidada voz, la desmemoriada letanía que nos incendia?

¡Esta sirena que chilla

            paralizará las marchas de los escudos!

Y los ojos vividos como coros orgullosos nos escrutan con disimulo felino

Como si no supiéramos también sobre la tristeza de los gatos

que lloran nocturnos desde su sexo

bajo el brillo de la única perla

Circulamos sobre criptas donde Mona Lisa

                                      Esculpida

Se vuelve infinita

                            y roza las incertidumbres de las aflicciones

 

Es cierto: ¡todos han muerto!

Van eunucos de nuestra pasión

Procesión de la insalubre vergüenza pasiva,

para llegar y preguntarnos, cristianos,

                                               en el calvario de sus ojos:


****


“¿Por qué me has abandonado?”

 

Los tristes somos de izquierda noble

antagónicos de la real condición

Vestimos una frontera de juncos amarillos

donde insectos

               en sus puntas

defecan y destilan sus venenos

Lo chupamos todo

                      Ebrios

                      e inexcusables

Vibramos ante la sobredosis publicitaria de las urnas

              Con las venas inundadas

                       por el torrente de lo que significa ser una cruz

El índice es una noche sin perlas

ni diamantes

Que oculta la ciudad con su chorreada dactilar

Color del hematoma profundo que nos traga

Tal vez la devoción etílica

solo sea el torbellino

que los amigos ansían siempre

para destruir las grandes fiestas

Ni todo el color del hematoma

que nos empobrece

impide el incendio de:

 

Roma

Roma que es igual al amor invertido

Se nos incendia

****

Del fulgor triste

a la fragilidad bengala

            Hermosa ráfaga

que se va a recostar en el ojo del testigo

                      Que desde su viña

quiere abrazar toda su cosmovisión

                                  desde la copa de un Wanamei

Con su llanto

Primitivo y víctima

Vendaval y expropiada

la cena que le implica su ser

Todos se han llamado César

Y todos se han hecho llamar César

 

Ponen un pie sobre la nube marginal

para hacer llover

truenos con su nombre

Tonadilla monótona de tres acordes

que los obliga a trenzarse embrutecidos

De aquello que se empapan

           La mujer pop &

           el hombre pop

Los número 1 de la colección corporativa

Sienten, como un single, que ignoraron

entristece su plástico corazón balada

en 7 pulgadas de

                      historia en histeria

Entonces


****


Roma

Roma que es igual al amor invertido

Se les incendia

 

Y así como un grano apacible de arena que rueda

y se va alejando

por el impulso de su derecho a huir

para ser más roca

 

Para ser más piedra vagabunda

Más memoria de las calles hasta ser tocados

                                               por la lluvia que invocamos

desde nuestro planisferio

más frío y más desarraigado

hasta el calor sofocante del amor y la pasión deslucida

El caos

amigo mendigo de la imagen y semejanza

de tanta mudanza

desabrochando el coraje sin hogar

que trafica la supervivencia expirada

Del testamento indocumentado

que sonoro

retumba en el canto simbólico de nuestra hambre

Otra vez nuestra vulnerabilidad expuesta

Otra vez a robarnos la piedra

Otra vez a colisionarnos

Otra vez pequeño grano de arena que retorna

¿Quién nos salvará del imantado metal de nuestra nación?


****


¡Señor no nos dejes caer!

¡No me dejes caer!

 

Podrán cambiar las leyes del color en el que posamos

Iluminar nuestro pellejo y borrar nuestras facciones

Ser

Ser tralinaClon

Clon azepán

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Acuerdos con el estado para alivianar nuestro abandono malherido

                    Pastillero del día a día

Lunes: “el bien de ser” es no ser doliéndonos sin escapatoria Martes: “quédate hermano” nos empezamos a mirar desde el vacío

Miércoles: “abren zanjas oscuras” permiso para ir y venir del pasillo

Jueves: “Los huesos húmeros” perfumados del creso que prosamos

Viernes: “Se acabó el extraño con quien, tarde la noche, regresabas parla y parla”, día de visitas

Sábado: “Quiero escribir pero me sale espuma” conversaciones sin destino con las voluntarias

Domingo: “Haber nacido para vivir de nuestra muerte”, reflexión capitalista de una cama de hospital parlante

Cuando somos plaga llega la hora del tratamiento ambulatorio

 

Roma

Roma que es igual al amor invertido

Se nos incendia

 

Hijo, no llores más

que las sirenas te raptarán



Un tercer ojo para el tiempo de la tristeza /A third eye fora time of sadness.

Vanessa Martínez Rivero.

Andesgraund Ediciones. 2024.

Edición bilingüe.

 

Vanessa Martínez Rivero (Lima, Perú, 1979)

Poeta y cantante. Fue la vocalista del grupo punk-rock TsunamiKill. Ha publicado los poemarios La hija del carnicero (2007), Coraza (2009), Carne (2012), Cartografías de la carne (La one hit wonder, Guayaquil 2012), La hija del carnicero reedición (2014), Redondo (Ediciones El Viaje, Guadalajara 2015), Redondo reedición (Lustra editores, Lima 2016), Un tercer ojo para el tiempo de la tristeza (2018), Redondo y un tercer ojo para el tiempo de la tristeza reedición (2019). Arte-Facta, Selección Multilingüe (2021), ganador del fondo de representación de autores del MINCUL (Perú,) en el Sangam Fest de la India. Su poesía ha sido traducida a varios idiomas y ha participado en festivales en distintos continentes.

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